Agencias.-La Clostridioides difficile es una bacteria que causa una infección del intestino grueso (colon). Los síntomas pueden abarcar desde diarrea hasta daños en el colon que ponen en riesgo la vida. La bacteria a menudo se conoce como C. difficile o C. diff.
La enfermedad provocada por C. difficile generalmente se presenta después de usar antibióticos. Afecta con mayor frecuencia a los adultos mayores internados en hospitales o en instalaciones de cuidado a largo plazo. En los Estados Unidos, alrededor de 200.000 personas se infectan al año con C. difficile en hospitales o entornos de atención médica. Estas cifras son menores que en años anteriores gracias a las mejores medidas de prevención.
Las personas que no están en hospitales ni en entornos de atención médica también pueden desarrollar una infección por C. difficile. Algunas cepas de la bacteria en la población general pueden causar infecciones graves o tener más probabilidades de afectar a las personas más jóvenes. En los Estados Unidos, ocurren cerca de 170.000 infecciones anualmente fuera de entornos de atención médica, y estos números son cada vez mayores.
La bacteria anteriormente se conocía como Clostridium difficile.
Síntomas
Algunas personas son portadoras de la bacteria C. difficile en los intestinos, pero nunca se enferman. Estos son portadores de la bacteria y pueden propagar infecciones.
Los signos y síntomas suelen desarrollarse dentro de los 5 a 10 días después de comenzar a tomar antibióticos. Sin embargo, pueden ocurrir el primer día o hasta tres meses más tarde.
Infección leve a moderada
Los signos y síntomas más comunes de la infección por C. difficile leve a moderada son los siguientes:
- Diarrea líquida tres o más veces al día durante más de un día
- Sensibilidad y cólicos abdominales leves
Infección grave
Las personas que tienen una infección grave por C. difficile tienden a deshidratarse y es posible que necesiten ser hospitalizadas. La bacteria C. difficile puede causar que el colon se inflame y algunas veces puede formar parches de tejido crudo que pueden sangrar o producir pus. Los signos y síntomas de infección grave incluyen los siguientes:
- Diarrea acuosa de 10 a 15 veces al día
- Dolor y cólicos abdominales, que pueden ser intensos
- Frecuencia cardíaca acelerada
- Deshidratación
- Fiebre
- Náuseas
- Aumento del conteo de glóbulos blancos
- Insuficiencia renal
- Pérdida del apetito
- Inflamación del abdomen
- Pérdida de peso
- Sangre o pus en las heces
La infección grave y repentina por C. difficile, una afección poco frecuente, también puede causar inflamación intestinal grave con agrandamiento del colon (también llamado megacolon tóxico) y septicemia. La septicemia es una afección que pone en riesgo la vida y que se da cuando la respuesta del cuerpo a una infección provoca daños en sus propios tejidos. Las personas que tienen estas afecciones ingresan a la unidad de cuidados intensivos.
Cuándo consultar con el médico
Algunas personas tienen heces blandas durante la terapia con antibióticos o poco después. Esto puede ser causado por una infección por C. difficile. Visita a tu médico si presentas lo siguiente:
- Tres o más deposiciones acuosas al día
- Síntomas que duran más de dos días
- Una fiebre que es nueva
- Dolor abdominal intenso o cólicos
- Presencia de sangre en las heces
Causas
La bacteria C. difficile ingresa al organismo a través de la boca. Puede comenzar a reproducirse en el intestino delgado. Cuando llega al intestino grueso (colon), puede liberar toxinas que dañan los tejidos. Estas toxinas destruyen las células, producen parches de células inflamatorias y restos celulares, y causan diarrea acuosa.
Cuando las bacterias están fuera del colon, prácticamente en cualquier lugar en el entorno, están en estado latente, o esencialmente desactivadas. Esto les permite sobrevivir por mucho tiempo en varios lugares:
- Heces humanas o animales
- Superficies en una habitación
- Manos sucias
- Suelo
- Agua
- Alimentos, incluida la carne
Cuando las bacterias nuevamente encuentran la forma de entrar al sistema digestivo de una persona, se «despiertan» y pueden comenzar a producir infecciones otra vez. La capacidad de C. difficile latente de sobrevivir fuera del cuerpo permite la transmisión generalmente fácil de la bacteria, en especial ante la falta de limpieza y de un lavado de manos minucioso.
Factores de riesgo
Aunque las personas que no tienen factores de riesgo conocidos se han enfermado de C. difficile, ciertos factores incrementan el riesgo.
Tomar antibióticos u otros medicamentos
Los intestinos contienen alrededor de 100 billones de células bacterianas y entre 500 y 2000 tipos de bacterias diferentes, muchas de las cuales ayudan a proteger el cuerpo de las infecciones. Cuando tomas antibióticos para tratar una infección, estos medicamentos suelen destruir algunas de las bacterias beneficiosas del cuerpo junto con las bacterias que provocan la infección.
Las bacterias C. difficile pueden desarrollarse rápidamente si no hay una cierta cantidad de bacterias beneficiosas que las mantengan bajo control. Si bien cualquier antibiótico puede estar implicado, los que con más frecuencia causan una infección por C. difficile incluyen los siguientes:
- Clindamicina
- Cefalosporinas
- Penicilinas
- Fluoroquinolonas
Los inhibidores de la bomba de protones, un tipo de medicamento utilizado para reducir el ácido estomacal, también pueden aumentar el riesgo de infección por C. difficile.
Permanecer en un centro de cuidado de la salud
La mayoría de las infecciones por C. difficile ocurren en personas que están o que estuvieron recientemente en un entorno de atención médica, lo que incluye hospitales, asilos de ancianos y convalecientes, y centros de cuidado a largo plazo, donde los gérmenes se propagan fácilmente, el uso de antibióticos es habitual y las personas son especialmente vulnerables a la infección. En los hospitales y en los asilos de ancianos y convalecientes, el C. difficile se propaga mediante:
- Manos
- Manijas de los carritos
- Barandas de las camas
- Mesitas de luz
- Inodoros y lavabos
- Estetoscopios, termómetros y otros dispositivos
- Teléfonos
- Controles remotos
Tener una enfermedad grave o un procedimiento médico
Algunos procedimientos o afecciones médicas pueden hacerte más susceptible a la infección de C. difficile, incluidos los siguientes:
- Enfermedad intestinal inflamatoria
- Sistema inmunitario debilitado debido a una afección médica o a un tratamiento (como quimioterapia)
- Enfermedad renal crónica
- Procedimiento gastrointestinal
- Otra cirugía abdominal
Otros factores de riesgo
La edad avanzada es un factor de riesgo. En un estudio, el riesgo de infectarse con C. difficile fue 10 veces mayor para las personas de 65 años y mayores en comparación con personas más jóvenes.
Tener una infección por C. difficile aumenta las probabilidades de tener otra, y el riesgo continúa aumentando con cada infección.
Por motivos que no se conocen con claridad, las mujeres son más propensas que los hombres a tener infección por C. difficile.
Complicaciones
Las complicaciones de la infección por C. difficile incluyen las siguientes:
- Deshidratación. La diarrea grave puede ocasionar una pérdida significativa de líquidos y electrolitos. Esto dificulta el funcionamiento normal de tu cuerpo y puede causar un descenso de la presión arterial a niveles muy peligrosos.
- Insuficiencia renal. En algunos casos, la deshidratación puede ocurrir tan rápidamente que la función renal se deteriora de manera acelerada (insuficiencia renal).
- Megacolon tóxico. En esta afección poco frecuente, el colon no puede expulsar gases ni heces, por lo que se agranda mucho (megacolon). Si no recibes tratamiento, es posible que el colon sufra una rotura. Las bacterias del colon podrían ingresar a la cavidad abdominal o al torrente sanguíneo. El megacolon tóxico puede ser mortal y requiere cirugía de urgencia.
- Un orificio en el intestino grueso (perforación de los intestinos). Esta afección es poco frecuente y se debe a un daño extenso en el revestimiento del colon o se produce luego del megacolon tóxico. Las bacterias derramadas del colon a la cavidad abdominal pueden causar una infección que pone en riesgo la vida (peritonitis).
- Muerte. Las infecciones por C. difficile pueden avanzar con rapidez y resultar mortales si no reciben tratamiento rápidamente. Esto es más común cuando la infección es grave, y se da pocas veces en infecciones leves a moderadas.
Prevención
Para ayudar a prevenir el contagio con C. difficile, los hospitales y otros centros de atención médica siguen estrictas pautas de control de infecciones. Si tienes un amigo o un familiar en un hospital o un asilo de ancianos y convalecientes, deberán seguir las prácticas recomendadas. Si observas que los cuidadores u otras personas no siguen esas pautas, haz preguntas.
Las medidas preventivas incluyen las siguientes:
- Evitar el uso innecesario de antibióticos. En ocasiones, los antibióticos se recetan para afecciones no bacterianas, como enfermedades víricas, a las que estos medicamentos no ayudan. Con estas enfermedades, adopta un enfoque de esperar y ver qué sucede. Si realmente necesitas un antibiótico, pregúntale al médico si es posible obtener una receta médica para un medicamento que se tome durante un tiempo más breve o un antibiótico de espectro reducido. Los antibióticos de espectro reducido se dirigen contra una cantidad limitada de especies de bacterias y es menos probable que afecten las bacterias saludables.
- Lavarse las manos. Los trabajadores del cuidado de la salud deben lavarse correctamente las manos antes y después de tratar a cada una de las personas a las que brindan atención médica. En el caso de un brote de C. difficile, el uso de jabón y agua tibia es una mejor opción para la higiene de las manos, ya que los desinfectantes para manos a base de alcohol no destruyen eficazmente las esporas de C. difficile. Las visitas también deben lavarse las manos con agua tibia y jabón antes y después de salir de la habitación o de usar el baño.
- Precauciones respecto del contacto. Las personas hospitalizadas por infección por C. difficile tienen una habitación privada o comparten habitación con alguien que tiene la misma enfermedad. El personal del hospital y las visitas usan guantes desechables y batas sanitarias mientras están en la habitación.
- Limpieza a fondo. En cualquier entorno de atención médica, todas las superficies deben desinfectarse cuidadosamente con un producto que contenga cloro. Las esporas de C. difficile pueden sobrevivir a la exposición a productos de limpieza de rutina que no contienen lejía.