Precisamente por su carácter deteriorante, y porque se observó que se iniciaba en edades muy tempranas, se la denominó «demencia precoz» durante un tiempo. Luego se sustituyó esta denominación por la de esquizofrenia, como la llamamos actualmente, y que etimológicamente significa «mente escindida». Con este término, se quería subrayar las alteraciones en el pensamiento que presentan estos pacientes.
La esquizofrenia es una enfermedad que presenta muchos y variados síntomas pero ninguno es específico de ella, sino que también pueden estar presentes en otros trastornos mentales. Además, los síntomas en su mayor parte son subjetivos, es decir, sólo el paciente los experimenta, con lo cual no pueden ser comprobados.
¿Cuáles son los síntomas de la esquizofrenia?
- Delirios: ideas erróneas de las que el paciente está convencido. Por ejemplo, «creer que todo el mundo está contra él o que tratan de perjudicarle».
- Alucinaciones: percibir algo que no existe. Por ejemplo, oír voces (que le insultan o hablan de él), o ver objetos o caras que no están.
- Trastornos del pensamiento: el lenguaje del paciente se hace incomprensible y se altera la fluidez.
- Alteración de la sensación sobre sí mismo: la persona siente que su cuerpo está cambiando, se ve a sí mismo como raro.
- Deterioro de las emociones: la afectividad se va empobreciendo. Puede llegar a la ausencia de sentimientos. Los pacientes se muestran inexpresivos y se comportan con frialdad hacia los demás.
- Aislamiento: los pacientes se encierran en sí mismos y en su mundo interior.
- Delirios.
- Alucinaciones.
- Trastornos del pensamiento.
- Aislamiento.
- Deterioro de las emociones.
¿Tiene alguno de estos síntomas?
Puede que padezca de esquizofrenia
¿Cómo se diagnostica la esquizofrenia?
No existen pruebas de laboratorio ni exámenes de imágenes que ayuden a establecer el diagnóstico, como no sea para descartar otras enfermedades.
Se tiende a realizar la valoración en función de la predominancia de síntomas positivos o negativos y, sobre todo, a medir la intensidad de cada uno de estos síntomas mediante cuestionarios y escalas. Ello permite evaluar al paciente en diversos momentos de su evolución, así como la efectividad de los tratamientos.
¿Cómo se trata la esquizofrenia?
Se diferencian dos tipos de antipsicóticos: los clásicos (como la clorpromazina, el haloperidol o la tioridazina) y otros más recientes que se llaman neurolépticos atípicos (clozapina, risperidona, olanzapina, ziprasidona o quetiapina). Estos últimos tienen la ventaja de producir menos efectos secundarios.
En casos muy concretos como la escasa respuesta al tratamiento con medicamentos, con grave riesgo de suicidio o agresión hacia otros, en el subtipo de esquizofrenia catatónica puede estar indicado el tratamiento con electroshock.
La terapia psicosocial está destinada a que el paciente esté ocupado y activo.